Despedida del 74.
Cuando era un niño tuve la suerte de tener en casa un taller de manualidades, significó un mundo de fantasías,donde jugar y desarrollar mi imaginación,donde aprender y crear junto a mi padre un mundo con mucho de irreal que aun habita en mi y que hoy soy capaz de bucear y transmitir.
Un mundo de colores,de formas ,de papeles pintados,de materiales diferentes que servían en las manos de mi padre para crear las fantasías más increíbles a los ojos de un niño que siempre participó de sus aventuras.
Ese ser creativo y diferente se fue un día cuando el niño ya era adolescente pero aun hoy en la soledad de mi taller sale de su casa mi corazón para acompañarme en esta aventura.
domingo, 17 de junio de 2007
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1 comentario:
Muy lindo tu comentario, me hizo acordar a mi niñez y a mi padre .-
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