viernes, 26 de noviembre de 2010

Nota a Federico Brandt El Pais de Madrid

Cuando los recuerdos se vuelven pinturas

'Diversidad constructiva' muestra las obras de Federico Brandt en Madrid

VERÓNICA CALDERÓN - Madrid - 26/11/2010

El uruguayo Federico Brandt (Montevideo, 1954) cuenta que cuando visitaba a su abuelo —"español, gallego y muy católico"— en sus últimos años de vida, le gustaba llevarle algún dibujo. "Dibujos de niño", explica. El abuelo, recuerda, perdía poco a poco la consciencia, pero los trazos del nieto le devolvían la sonrisa. "La pintura consigue hablar con las personas, trasciende la realidad que perciben", afirma aquel niño convertido ahora en pintor. Sus obras buscan descifrar los recovecos de la realidad que más le intrigan. La muestra Diversidad constructiva reúne varias de ellas en la Fundación Fiart de Madrid.

Arquitecto y diseñador gráfico de profesión, Brandt se entregó a la pintura a partir de 1998. "Siempre ha estado ahí", relata. Desde entonces ha expuesto su trabajo en Punta del Este, Buenos Aires, Miami y París antes de viajar a Madrid. El recuerdo de su abuelo español emerge durante el recorrido de la muestra, mientras realiza una escueta reflexión sobre sus orígenes. "Mi padre descendía de alemanes, mi otro abuelo de aquí... en realidad los de allá somos de todos lados", bromea. Brandt recuerda que su padre solía obligarle a practicar su caligrafía cuando "todos los demás iban a jugar al fútbol". Ahora, reflexiona, "creo que influyó profundamente en mí".

Quizá como una metáfora de esa diversidad, las obras de Brandt mezclan técnicas —desde óleo, acrílico y acuarela hasta la tinta de un bolígrafo— y se traducen en figuras que por momentos evocan al constructivismo del también uruguayo Joaquín Torres García y que rebosan colorido. "Vivimos en una época de múltiples opciones, con demasiada velocidad, y eso genera insatisfacción. Es una necesidad aprovechar los momentos", explica. Sus pinturas subrayan los detalles ocultos en las grandes escenas. Una de las mayores obras de la muestra, Intercambios, refleja momentos cotidianos sumergidos en el compás de todos los días. "Cada pintura cuenta una historia. Mi meta es conseguir que se establezca un diálogo entre el pintor, las obras y el espectador".

¿Y sus pinturas cuentan una sola historia? "Si cuelgas mi obra en un tendedero, como si fuera una línea de ropa, encontrarías una congruencia en todas las pinturas, aunque no necesariamente una sola historia. No me gusta centrarme en un solo tema", asegura. Brandt describe su taller como un refugio. "Me sumerjo tanto que me he llegado a aislar. Por eso me sirve dar clases, el intercambio me enriquece mucho", comenta. Además de pintor se define como coleccionista de recuerdos. "Ya no hablamos. La gente vive sola. No disfruta los momentos. Entonces, ¿de qué sirve la vida?", señala. Y los recuerdos, añade, no solamente viven en la mente, sino que se reflejan en los actos. "Esta serie la llevo dentro. No existiría si no fuera por mis herencias. La pintura sirve para expresarlo con manchas, dibujos, sensaciones. La vida es compleja y para entenderla no hay que negarse al caos".


http://www.elpais.com/articulo/internacional/recuerdos/vuelven/pinturas/elpepuint/20101126elpepuint_4/Tes